Hay partidos en los que poco importa cómo se desarrolle el juego o que se consiga entretener al público. Existen encuentros en los que da lo mismo sufrir mucho que vivir un final desahogado. Son choques llamados a marcar el devenir de una temporada. Un punto de inflexión que solo puede producirse si se consigue una victoria. El Balonmano Torrelavega tiene una cita de esas características este fin de semana. Un compromiso ante el BM La Roca en el que un resultado positivo justifica cualquier circunstancia que acontezca en la cancha. En definitiva, una jornada en la que hay que ganar de cualquier manera.
La victoria del pasado fin de semana en Barakaldo ha reforzado el trabajo realizado hasta la fecha por los pupilos de Diego Soto. Ganar en Lasesarre era un objetivo factible. Imponerse al BM La Roca es una necesidad para intentar despegarse de la zona baja de la tabla. Actualmente, los cántabros tienen un punto más que los vallesanos en la tabla. Ganar al colista de la División de Honor Plata en el Vicente Trueba pondría un partido y medio de separación entre ambas escuadras. Además, doblegar al equipo de Guillem Estapé inyectaría una dosis de moral extra a la escuadra torrelaveguense.
Para tratar de encadenar dos triunfos consecutivos, los naranjas tendrán que atar en corto a Marc García Montolio. El lateral, formado en el Barça, juega y hace jugar a los suyos. Su capacidad para interpretar los partidos y su solvencia anotadora son fundamentales para el juego del BM La Roca. Junto a él, la portería es el otro punto fuerte de un conjunto tan joven como peligroso.
Para ese trascendental encuentro, Diego Soto podrá alinear a todos sus jugadores. No hay lesionados ni sancionados. La progresiva incorporación de Javi Peña, tocado durante varias jornadas, así como el perfeccionamiento de los mecanismos ofensivos han ayudado notablemente al conjunto cántabro.
La mejoría del Balonmano Torrelavega se enfrentará a un nuevo test el sábado, día 28 de noviembre, a partir de las 18:30 horas.
