Fue una tarde marcada por el temporal. Con el otoño llamando a la puerta del Vicente Trueba, el Balonmano Torrelavega acabó con el sueño de verano de BM Corrales, que llegaba invicto al último partido de la pretemporada.
Los de Diego Soto fueron una galerna de goles ante un rival de categoría inferior, que opuso poca resistencia. Salida en tromba, festival de contra ataques y partido más que encarrilado. Bastaba con girar la tuerca de la intensidad defensiva para terminar con cualquier atisbo de reacción visitante. El paraguas de los corraliegos no daba abasto ante la tormenta naranja.
Con la lluvia a su favor, el técnico leonés del conjunto torrelaveguense pudo hacer cuántas pruebas quiso y darle minutos de premio a todos los jugadores de su plantilla. Jorge Martínez, Álex López y Diego Abascal han encajado a la perfección en ese balonmano dinámico, de transiciones eléctricas y acciones rápidas que propone Soto. Un planteamiento que también le va de maravilla a Sergio Crespo. El internacional junior de balonmano playa demostró que llega en plenas facultades al inicio liguero. Al descanso, los locales vencían por 13. (20 – 7)
En el segundo acto, ambos conjuntos cambiaron de porteros. Esa fue la única novedad reseñable respecto a la primera mitad. Un tímido acercamiento visitante en los primeros compases, un fly con vaselina pergeñado entre Genio González y Guille Barbón, más pruebas dirigidas desde los banquillos y mismo argumento de juego para un partido que se ajustó a las previsiones.
Al final, 17 goles de ventaja para el Balonmano Torrelavega (37 – 20), pretemporada cerrada con un sabor agradable y sensaciones positivas recuperadas antes de que comience a llover de verdad.
